Hoy te protege Mikel

Con el cuerpo caminando descalzo y de puntillas; con la mente despegada del asfalto. Salpica mis dientes y pisa mis músculos. Invierte el corazón y déjame despacio, despistada lluvia de razón, sentido en el orgullo del olvido. No me importa, te dije, lo que cuenta ya contó y en mi recuerdo cohabita un despliegue de hormigas de res quebrajado recorrido. Y que pasa si cierro los ojos? Hoy me veo alejado, triste y contento. No puedo hacer que tu veas, duerme. Tu te tienes a ti en los dedos de la lluvia, en la hierba puedes verme solo. Si hubiera un momento, pararía el del abrazo, lentamente para siempre, sin respirar, con los ojos cerrados para hacer del tiempo eterno un sueño de una compartida única realidad. Una taza de café.

¿Cuánto duran las cosas?

Vivir pendiente de un hilo. Salpicar despacio ojos salados como espinas en el mar. Esperar a acabar lo que una vez empezado ya duró. Volver a ser. Desconocer. Y cuando se que piensas y mi laberinto de ideas no es tan inaccesible, necesito sentir el frío junto al calor de una manta. Al estar perdido siento el inquietnte susurro de una brisa, veo donde no debo según me creo y bebo el último respiro sin pensar.

El arte de amar

Yo tampoco se para que te tube que conocer***

El aire que no se ve

*El aire que no se ve se captura en una pompa.

Psicología cognitiva de las emociones básicas

La vida sin extremidades. Alimentos ¿con o sin sal? Leía un libro sin instrucciones, lo ves, lo ves. Estudio psicológico de la respuesta humana a la cautividad. Dejar de crecer y hacer agujeros en la arena. Morderte los labios para no decir nada. Bucear con todas las fuerzas a lo más hondo sin pensar en dar marcha atrás. Alicia me dijo que iba a funcionar. Creer en las mentiras de los del corazón y aburrir al personal. Tratar de no preguntar, de no consultar.

Primer paso: No dejar de ser yo.