11.2.10

catacrack

Cuando salto de un sexto siempre tiendo a caer de espaldas, con los ojos vendados y la carne helada. Me pregunto como será la próxima caída y cuanto tiempo el viento moverá mi carne inanimada. Los días en que el sol apoya en mi sus brazos de calor me siento relajado. Cuando se mezcla con la sal en mis mejillas dejo correr bajo mis pies el arder del frío en primavera. Me salpicaré de ti y te empaparé de mi.

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