10.3.10

Directiva de un museo abandonado

El misterio de un boom de verano. El silencio de una noche solitaria. Una linea acompasada por el sonido de los pasos marca un ahogar del rato. Sonrió y no dijo nada. Cruzo el agua de calma como si alguien le hubiera escrito un guión. Se detuvo con el sonido del piano en aquella habitación de resonada energía abandonada, donde los libros gritaban en otros tiempos. Suspiros; suspiros de entendimiento. Vidas consumibles de comestible sabor a té. Cuestión de saber o no querer entender. Alejado del girar de la Tierra, esperando que nazca una nueva vida en el verde que alguien por mera dedicación al espacio vital decidió que era mejor cortar. Ahora son tres velas las que consumen la esperanza: una negra, la otra azul como el celeste del cielo y la última naranja.

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